El fotógrafo dominicano de glamour y celebridades Edgar Núñez, quien ha usado su creciente plataforma para abogar por la diversidad honesta y la creatividad irrestricta, presentó la tercera entrega de la serie fotográfica Como Hermanas.
La idea seminal del proyecto fue concebida en el 2011 como un tributo al fotógrafo icónico Herb Ritts quien en su obra «Stephanie, Cindy, Christy, Tatjana, Naomi, Hollywood, 1989» retrató a las cinco mujeres que definirían la era célebre de las supermodelos y desdibujó las fronteras entre la fotografía de modas y las bellas artes, fundiendo el glamour con la sensibilidad y la técnica.
Núñez, inspirado por Ritts, reunió sus cinco, aunque no top models, de bellezas y personalidades ùnicas. Al percibir la riqueza y el contraste en la diversidad natural de sus modelos, Núñez cambió el rumbo conceptual del proyecto, dándole un nombre propio.
La publicación del primer Como Hermanas se hizo viral e inició una conversación acerca de los estándares de belleza, el colorismo y la discriminación en todos los portales digitales donde fue compartida. Este desnudo fotográfico desvistió también los prejuicios raciales y estéticos de un país donde más del 70% de sus habitantes son afrodescendientes, y la necesidad urgente de inclusividad en el imaginario de la moda, el erotismo y el glamour dominicano.
Dos años después, en Como Hermanas 2.0 Edgar Núñez amplia esa primera idea de diversidad, incluyendo modelos de diferentes nacionalidades y resaltando el rol importante de las migraciones en la diversificación del paisaje humano dominicano. Esta edición incluyó modelos de Colombia, Haití, Uruguay, y dominicanas de ascendencia asiática y europea. Como Hermanas 2.0 le dió la vuelta al internet al ser reseñada en publicaciones de alto calibre, como Latina.com, llevando la conversación sobre raza, belleza y aceptación a la palestra internacional.
La evolución del proyecto Como Hermanas no solo refleja la deconstrucción lenta pero certera de los ideales de belleza para que abarquen la realidad multicolor de la sociedad que representa; Como Hermanas también evidencia la evolución de Edgar Núñez como artista y su postura creativa ante una industria que aún en el 2018 se resiste a la inclusividad.
En esta tercera entrega, Núñez reta nuestras ideas de diversidad y la aceptación, no solamente racial o fenotípica, también de cuerpos y de (dis)capacidades, con la inclusión de modelos plus size y una con prótesis, poco representadas en la fotografía erótica.
Edgar, quien reconoce el valor del diálogo entre su trabajo fotográfico y sus seguidores, creó un concurso abierto para las participantes, e hizo a sus seguidores sean partícipes del proceso de elección de tres de los siete puestos de la foto final. “Entre casi 500 correos recibidos, muy pocas solicitudes eran de chicas de piel negra porque todavía tienen miedo de ser rechazadas o no se consideran dignas de participar, y tengo comentarios de seguidores diciendo que hay demasiadas morenas y que incluya más rubias, porque todavía se espera que las mujeres afrodescendientes sean el relleno, no foco central”, dice Edgar sobre el proceso creativo colectivo y como este que evidencia la necesidad de más proyectos con un enfoque inclusivo.
Nùñez piensa periodizar el proyecto Como Hermanas a una entrega anual, y así seguir retando la intolerancia desde la sensualidad aterciopelada que caracteriza sus fotos.