Santiago, RD. Con un estilo diferente, particular y vanguardista presenta credenciales en el género de la bachata, el joven artista Yarony Montero.
“Me siento feliz y orgulloso de representar uno de los géneros más importantes a nivel internacional como es la bachata, nombrado Patrimonio Cultural Imaterial de la Humanidad por la UNESCO, un ritmo que idéntica a cada dominicano y promueve la Bandera Nacional en diferentes países del mundo”, sostuvo el artista Montero.
El bachatero se encuentra promocionando actualmente su canción “Quiero un veneno”, en colaboración con su tío, El Chaval de la Bachata, agrupación a la que ha pertenecido por muchos años.
El sencillo ”Quiero un veneno”, suena insistentemente en toda la radio nacional, y en Youtube acumula sobre el millón de visualizaciones.
El tema es autoría del propio Yarony y Jesús Siri, con arreglos de Higinio Gómez Díaz (Nelky).
“El mejor momento de la historia de la bachata se está viviendo ahora y desde el 2010 no trasciende ningún nuevo talento en este género, por lo que es momento para que nuevos exponentes salgan al mercado”, dijo el naciente artista.
Yarony tiene muchos años inmerso en el mundo del entretenimiento, comenzó como “mamboy” de El Chaval y luego ocupó varias posiciones dentro de la agrupación como promotor, baterista y corista.
“Cada ser humano tiene sueños independientes y entiendo este es mi momento para presentar mi proyecto artístico a todo el público que me sigue”, enfatizó el también compositor.
En los próximos meses Yarony tiene en carpeta seguir promocionando su primer álbum musical “El Principio”, disponible en todas las plataformas digitales, donde se encuentran colaboraciones con su tío El Chaval, Kiko Rodríguez, Luis Miguel del Amargue, Miguel Braho,Joel Insuperable, Richard Francisco,Rosa Lee, Yammy y Michael Romance.
La carrera de Montero está bajo la responsabilidad de uno de los más exitosos empresarios artísticos del momento, Wilfrey Diaz y su empresa WD Productions y en lo digital pertenece al sello discográfico 829Music Mundial de Vladimir García.
