Rebosante de emoción y con una amplia sonrisa, el reguetonero puertorriqueño Daddy Yankee descendió de su vehículo y saludó a las decenas de personas que ayer se habían arremolinado a la entrada de Daddy’s House, el comedor para niños que el artista subvenciona.
La emoción que embargaba al artista no era para menos. El “Big Boss” iba a compartir un almuerzo y entregar juguetes a unos 150 niños del sector El Tamarindo, en Santo Domingo Este, donde está ubicada la fundación que patrocina.
“Muchas gracias a todo el barrio por apoyar la fundación. Estoy bien contento de ser parte de la comunidad y saludar a esos cientos de niños que atendemos aquí”, señaló el cantante, durante los breves minutos en los que conversó con la prensa momentos antes de ir a servir el almuerzo navideño a los menores de dos a 11 años que, con sus rostros iluminados, tuvieron la dicha de compartir por unas horas con su benefactor.
En medio de los gritos de los fans, que se ubicaron además en las azoteas y balcones de sus casas, Daddy Yankee habló de su interés por ampliar este proyecto, que nació hace cinco años, y llevarlo a otros lugares.
A la pregunta de ¿cómo se siente al trabajar con niños?, el intérprete de “Gasolina” respondió: “Me siento bien. Esto es… ¿cómo te lo puedo decir? Es lo que libera mi alma, esto a mí me llena el espíritu. Es algo que a mí no me lo puede dar nada del mundo; estas obras son las que me comprometen conmigo mismo y me mantienen bien aterrizado”. Aunque hacía dos años que no venía a compartir con los niños, se mostró satisfecho con la labor que allí se realiza.
Daddy’s House fue inaugurada en el 2009. En este comedor, el pastor Uvaldo Fernández realiza una gran labor. El cantante se enteró del proyecto a través de los videos que le mostró su suegra, que es misionera. Por: JOSELIN RODRÍGUEZ