Dándole un toque especial a cada tema, la jazzista, de origen dominicano, llegó al teatro La Fiesta del hotel Jaragua acompañada, por primera vez en Santo Domingo, de su banda compuesta por los guitarristas Adrien Moignard y Michael Valeanu, el bajista Sam Anning y Rajiv Jayaweera en la batería , a quienes presentó de inmediato.
“Buenas noches. Es un placer para nosotros estar aquí sobre todo para mí. Estoy contenta de ver muchas caras que reconozco y otras nuevas. Vamos a tocar para ustedes canciones de nuestros últimos cds”, dijo la cantante al dirigirse al público tras cantar el primer tema de la noche, “Live alone”.
El repertorio de Cyrille estuvo compuesto por temas en inglés, francés y español, los cuales acompañó con sutiles movimientos, introdujo con anécdotas y agregó un toque jocoso que hizo reír más de una vez con la espontaneidad que muestra.
Entre otros interpretó “Nuit blanche”, “Three Little words”,, “Bass”, “Loop”, “It’s a good day”, “Well you need” y “Let’s get lost”.
Tras cinco canciones, entre las cuales se detenía a ves a sus músicos tocar con admiración, la cantante se quedó sola en el escenario para entonar “Make you dance”, con un toque muy especial. “Ahora voy a hacer una canción sola con mi maquinita”, dijo. Esto es como una grabadora que graba en vivo y después repite lo grabado así que puedo grabar encima”, explicó. Y sin nada más, entono y cantó ella sola con “su maquinita” y los sonidos iban repitiéndose hasta formar el ritmo de la canción.
La presentación fue íntima y cercana. Cyrille no perdió oportunidad para contar historias de su vida y de su música con visible pasión, lo cual hacia que el público se rindiera más a su angelical voz. El momento más especial lo protagonizó con su interpretación del éxito de Juan Luis Guerra, “Estrellitas y duendes”. “Ahora vamos a hacer una canción que me ponía mi mamá (dominicana) cuando yo era chiquita y yo crecí bailando con esa música y la tengo en el corazón y para mí es un honor cantarla aquí en este país porque significa mucho para mí”, explicó. También resaltó que su más grande fanática se encontraba al pie del escenario, su “abuelita”.
La intérprete de 32 años cantó sin pausa durante una hora y 20 minutos. Luego de una animada interpretación de “Each day”, se despidió y salió del escenario dando brinquitos pero no tardó ni un minuto en regresar ya que las peticiones iniciaron de inmediato, y sin nada más que su voz y su gracia natural inició “One way ticket” la cual fue subiendo el ritmo.
“Ustedes no saben pero son mi público favorito. Y es de verdad, eso sí es verdad”, dijo al regresar. Luego de conceder la famosa “¡otra!” se despidió pero no le permitieron salir ni siquiera. “Vamos a hacer una más y si quieren más compran allí un cd”, dijo en tono jocoso y entonces finalizó lo que ella catalogó como “¡Una nochaza!”.