Iniciar un negocio, emprender un proyecto o incluso crear una marca siempre ha sido retador, y se intensifica aún más cuando corren tiempos difíciles. Como diseñadora venezolana y empresaria en el ramo de calzados y bolsos, con 12 años de experiencia y actualmente presente en el mercado con mi propia marca GRADOS, he aprendido que para sobresalir se requiere mucho esfuerzo, creatividad y sobretodo entusiasmo para superar cualquier obstáculo.
Desde pequeños no enseñan a sumar, restar, leer y hasta resolver problemas matemáticos, inclusive, a entender la física y química de la vida, sin embargo, se les ha pasado por alto enseñarnos a ver el mundo desde distintas perspectivas. Los problemas se resuelven de distintas maneras, sólo se debe tener presente que no se pueden evitar, y siempre será nuestra al enfrentarlos la que nos permitirá salir triunfantes premiados con experiencias que al final nos fortalecerá. Suena fácil, pero sinceramente todos sabemos que no lo es, sin embargo, existen hábitos que nos ayudan a tener resiliencia ante los desafíos que nuestros sueños traigan consigo. Un líder resiliente construye en la adversidad, y esta es una habilidad que debe tener una persona que quiera emprender o gerenciar hoy en día.
Como madre de dos hijos pequeños, hago el mejor de los esfuerzos por inculcarles los siguientes hábitos para crear líderes resilientes.
1- El autoconocimiento, es imprescindible para luego fundamentar un autoestima sana. Es importante identificar quiénes somos, reconocer nuestras habilidades, y descubrir nuestras limitaciones. En estos puntos se basa la autoestima y es aquí donde como mujeres debemos cuidarnos a nosotras mismas y ser ejemplo para nuestros hijos, enseñándoles a valorarse y quererse, sentirse seguros de sí mismos, ser capaz de expresas sus emociones al resto del mundo, dedicarse tiempo libre, y sobretodo a respetar y hacer valer los principios fundamentales que poseemos como seres humanos.
2- Tener empatía. Crear la capacidad de entender al otro y tratar de ver las cosas desde distintos puntos de vista nos permite adquirir habilidades sociales para entender y comunicarnos de manera asertiva con nuestro entorno, formando así una red social de apoyo.
3- Tener autocontrol para fortalecer la autonomía. Adquirir la habilidad de dominar nuestras propias emociones, pensamientos, deseos y actos, es algo que se debe ejercitar a diario mediante la fuerza de voluntad y sobretodo disciplina, así obtener la capacidad de hacer elecciones y asumir las responsabilidades.
4- Entrenar nuestra mente para pensar en positivo. Permitir pensamientos negativos hace los problemas más grandes de lo que son, haciendo que la inseguridad nos paralice. Entre más pensamientos positivos tengamos, será mejor para nosotros.
Nuestros pensamientos deben empoderarnos y dar un sentimiento de bienestar. Uno de los ejercicios que me ayuda a eliminar pensamientos negativos, es pensar en las cosas que me gustan o me alegran, eso renueva tus energías mediante el entusiasmo para sobre llevar cualquier momento difícil que pudiéramos atravesar.
5- Aprender sobre resolución de problemas. Existe algunas herramientas que nos ayudan con este tema, y una de esa es la creatividad. La mejor manera que he encontrado es, primero definir bien cuál es el problema, sin agrandarlo, dándole su justo valor. Luego, haciendo un brainstorm de ideas novedosas sin juzgar, priorizando, evaluando y sobretodo, siendo flexible. El resultado te dará posibles soluciones, que te ayudaran a encontrar y tomar la mejor opción de todas. Muchas veces nos conformamos con opciones obvias y estas no siempre son las más indicadas, así que lo mejor es adentrarnos en nuestros propios pensamientos, conocer bien el problema para poder ser críticos, y crear o adaptar lo que ya conocemos de forma original a situaciones desconocidas.
Como mujeres tenemos el reto de ser resilientes, generalmente la mujeres tienen una mayor capacidad de levantarse ante las adversidades porque no se centra tanto en las pérdidas sino en la búsqueda de apoyo y en cómo gestionar los recursos que nos queda. La verdadera belleza está en la actitud, así que preocupémonos por cómo nos sentimos y en ir detrás de nuestros sueños con pasos firmes. Porque al final, de qué sirven los sueños si no nos roban suspiros.